jueves, 17 de marzo de 2016



Espacios Naturales Municipales: una herramienta para conservar la biodiversidad dentro del territorio urbano

Entre las causas más importantes de daño a la biodiversidad están la pérdida y la fragmentación de hábitat. En esto juega un rol fundamental el establecimiento de ciudades cada día mas grandes.
El uso de Espacios Naturales Municipales (ENM) podría contribuir a frenar esta destrucción de los ecosistemas en las ciudades.
Se ha visto en la práctica que no se puede frenar la expansión de los suburbios hacia zonas más naturales, especialmente si se ha determinado que en los primeros 30 años del siglo XXI prácticamente todo el crecimiento de la población mundial se dará  en los conglomerados urbanos a pesar de que solo ocupan el 2% de la superficie del planeta. Por lo que la mejor forma de proteger la biodiversidad de estas zonas periurbanas serían los ENM.
Un espacio natural municipal  (ENM) podemos definirlo como un territorio protegido o recuperado, con la finalidad de que la flora y fauna  nativas o endémicas de un lugar puedan permanecer en forma natural en él mediante gestiones municipales. Es decir, que cada municipio se responsabilice  por la protección de la biodiversidad en su comuna, incorporando aéreas de terreno  con el objeto de servir como hábitat natural. Esta responsabilidad para ser efectiva necesita cumplir con todos los aspectos legales y administrativos de ámbito nacional y ojalá también internacional. 
                
La biodiversidad se ve cada día más afectada, lo que continuará progresivamente si no se toman enérgicas medidas de protección que involucren a toda la sociedad y no como se ha hecho hasta ahora en que tenemos, por un lado, a la gente afectada que es toda la población del mundo pero que actualmente viven la mayoría en urbes o ciudades sin el menor contacto  con el medio ambiente natural. Por otro lado tenemos un ambiente cada vez más dañado y modificado principalmente por la construcción y agrandamiento de las ciudades y  la agricultura. Una de nuestras respuestas ha sido la mantención de grandes áreas verdes protegidas pero aisladas unas de otras, lo que ahora se está viendo que no es la solución sino que se necesita un gran sistema de áreas verdes, todas de alguna manera conectadas entre sí.
En el caso de Chile, por ejemplo, la zona Central del país es la parte más poblada albergando a casi el 80% de la población total (INE, Censo 2002) y es a la vez la zona menos representada dentro del sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas con menos del 4% del total de la superficie de Chile bajo protección oficial. De este modo se hace muy difícil la concienciación de un pueblo atrapado en las urbes sobre el  cuidado de la Naturaleza y también casi se hace imposible la educación sobre algo que no ven ni sienten.
Es común que un paisaje esté compuesto por un mosaico de parches naturales rodeados por escenarios modificados por el hombre lo que  puede afectar la biodiversidad. Por ejemplo, se comprobó que la sobrevivencia de  Oncifelis guigna  depende  solo de un programa de protección de los fragmentos  aledaños a las grandes áreas silvestres protegidas,  tanto por parte de organismos estatales como privados.
Como una respuesta a esta situación creemos que es necesaria la implementación de los Espacios Naturales Municipales (ENM). Estos serían   espacios totalmente naturales  o  parcialmente modificados con biodiversidad, reconocidos legalmente como tales por el municipio local, acorde  con las políticas ambientales del país. Los ENM debemos entenderlos como espacios protegidos bien delimitados y administrados bajo un régimen especial de gestión, diferente al territorio circundante. Aunque no tienen límites de tamaño, son  generalmente de poco tamaño (menos de una hectárea) esparcidos en el espacio urbano, periurbano o en áreas despobladas y actuarían como zonas de asociación y contacto entre las áreas naturales protegidas de gran tamaño, pero muy alejadas entre sí. Un ENM es un espacio protegido que busca mantener a las especies y los procesos ecológicos y que sirve para promover el desarrollo de actividades de educación y concienciación dentro de la ciudad, fundamentales para el cuidado y respeto de su medio ambiente natural por parte de la población.
Si podemos implementar un sistema con muchos ENM dentro y fuera de las ciudades, estableceremos un verdadero corredor biológico con zonas de amortiguamiento, una mayor conectividad entre hábitats naturales y algunas especies  tendrán más libertad para alimentarse y guarecerse.
Aves y algunos insectos serían especialmente beneficiados ya que por su capacidad de volar pueden ir saltando de un ENM a otro. Si pensamos que los insectos son la gran mayoría de la biodiversidad animal, podremos entender la enorme variabilidad en tipos de genes que podemos salvar, entre otras cosas para nuestro beneficio.
Algunos de los lugares elegidos para ser protegidos como un ENM pueden ubicarse en paisajes muy alterados en donde resultan escasas las muestras de vegetación original, pero igual deben protegerse como áreas verdes en recuperación y como parches conectores de sitios protegidos más grandes y conservados.

Copiemos lo bueno. Helsinki,  capital de Finlandia, ha trabajado a conciencia para proteger su  medio natural. Las medidas que ha llevado a cabo el municipio para mejorar la interacción entre la naturaleza y los ciudadanos forman parte del desarrollo sostenible de la ciudad. Aquí se toma en cuenta seriamente la necesidad de proteger la Naturaleza en el desarrollo urbano.

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